El sector hortofrutícola vive, jornada tras jornada, protestas en nuestro país con cortes de carreteras que, por otro lado, se han desarrollado sin incidentes más allá de lo esperado en estas situaciones. Retenciones que alcanzan varios kilómetros y habilitación de desvíos alternativos por parte de las fuerzas de orden.
En la imagen de La Vanguardia, se puede ver algunos agricultores que prendieron fuego a pilas de cajas de plástico para generar barricadas, lo que obligó a la intervención de los bomberos.
¿Por qué estas protestas?
La Unión Europea debate unos presupuestos europeos que proponen recortes en los fondos de cohesión y de la Política Agraria Común (PAC). Una propuesta que el Gobierno español considera “altamente decepcionante” y tiene razones para ello: España podría perder más de 900 millones anuales en ayudas procedentes de Bruselas.
La PAC comprende tanto financiación de políticas como pagos directos a los beneficiarios. Se calcula que absorbe un 40% del presupuesto comunitario, por lo que es una de las partidas más importantes de los fondos de Bruselas.
A este recorte previsible se une la anterior preocupación que expresaban ya los agricultores debido a distintos factores, como eran las subidas del Salario Mínimo Interprofesional de los últimos 3 años y de otros costes como los combustibles y los productos fitosanitarios en contraposición a unos precios estancados de sus productos. También la incorporación de productos de países terceros en distintas condiciones en cuanto a exigencias de calidad, seguridad alimentaria y condiciones laborales.
En los próximos días serán los agricultores de Jaén (24 de febrero), Sevilla y Alicante (25 de febrero), León y Santander (28 de febrero) los que se manifestarán, al tiempo que en la primera quincena de marzo se llevarán a cabo protestas en Ponferrada (2 de marzo), Huelva (5 de marzo) y Canarias (14 de marzo), según informaron en un comunicado conjunto las asociaciones de agricultores COAG, ASAJA y UPA.